La existencia de aplomos anormales en un caballo, puede predisponer a ese equino a realizar movimientos con los miembros sufriendo un desbalance de las estructuras que lo conforman y pueden exponerlo a sufrir un conjunto de alteraciones que se manifiestan con claudicaciones que están originadas en una determinada irregularidad en la postura, a su vez genera trastornos funcionales en los músculos, ligamentos y articulaciones.
La observación del caballo para determinar la aptitud de sus aplomos, debe ser efectuada cumpliendo las siguientes condiciones:
· sobre un piso duro.
· el observador debe situarse desde distintas posiciones (adelante, atrás y ambos costados).
· El peso debe estar repartido uniformemente
· desde la proximidad
· desde cierta distancia.
· con el animal estático
· con el animal en movimiento.
Aplomos normales del miembro anterior
Estos miembros soportan el 60 al 65% del peso del animal, por lo tanto están usualmente más expuestos a padecer lesiones y traumas que los posteriores. Además los miembros anteriores se unen a la caja torácica mediante la ayuda de músculos, ligamentos y tendones, y están sujetos a diferentes alteraciones de los mismos. En cambio los miembros posteriores presentan una unión con la cadera o pelvis mediante la articulación coxofemoral.
Una correcta observación debe hacerse con el animal en estación y en forma equilibrada, es decir debemos lograr que el peso se encuentre repartido uniformemente en los 4 miembros. Para determinar los aplomos de los miembros anteriores el operador deberá observarlo desde el frente y perfil del animal, y se utilizan una serie de líneas imaginarias que son trazadas de la siguiente manera:
Desde el frente: la línea imaginaria parte desde la articulación escápulohumeral o también llamada del encuentro descendiendo por el carpo, metacarpo, nudos y el casco llegando hasta el suelo y durante su descenso debe dividir al miembro en dos partes iguales. |
Desde perfil: la línea imaginaria parte desde la espina de la escápula en su parte media, desciende dividiendo al miembro en dos partes iguales hasta el nudo, y toca el suelo por detrás de los talones. Cuando observamos al animal desde perfil, evaluamos también que el hombro y la línea de la paleta deben tener una buena inclinación y un buen ángulo para desarrollar una actividad física. |
Aplomos normales del miembro posterior
Vistos el caballo desde atrás y con ambos cascos en la misma línea, se traza una línea imaginaria que parte en forma perpendicular hasta el suelo, y lo hace desde ambas tuberosidades isquiáticas. Durante todo su descenso debe dividir a los miembros posteriores en dos partes iguales. |
Vistos de perfil: se traza una línea imaginaria, perpendicular al suelo que parte de la tuberosidad isquiática, la cual deberá tocar la punta del tarso o garrón, continuar por la cara posterior de la caña o metatarso y llegar al suelo a una distancia aproximada de 7 ó 10 centímetros por detrás de los talones. |
En la determinación de los aplomos, tanto del miembro anterior como el posterior, podemos encontrarnos con desviaciones conocidas como aplomos anormales y muchas de las enfermedades de las estructuras que componen el aparato osteomuscular están relacionadas con su presencia y con un caballo que no está plenamente capacitado para realizar un determinado esfuerzo.
En proxima publicacion se trataran los aplomos anormales.
por Dr. Jorge Genoud
mundodecaballos.com - copy right
No hay comentarios:
Publicar un comentario