lunes, 24 de septiembre de 2012

IMPORTANCIA DE LOS APLOMOS

Los aplomos normales pueden ser definidos como la correcta relación que mantiene el eje de los miembros con referencia al plano medio del cuerpo y al suelo. Cuando un caballo posee aplomos normales, decimos que sus miembros adoptan una buena posición y eso lo predispone a poseer una mejor, mas sana, eficiente, resistente y duradera aptitud para realizar su función.
La existencia de aplomos anormales en un caballo, puede predisponer a ese equino a realizar movimientos con los miembros sufriendo un desbalance de las estructuras que lo conforman y pueden exponerlo a sufrir un conjunto de alteraciones que se manifiestan con claudicaciones que están originadas en una determinada irregularidad en la postura, a su vez genera trastornos funcionales en los músculos, ligamentos y articulaciones.
La observación del caballo para determinar la aptitud de sus aplomos, debe ser efectuada cumpliendo las siguientes condiciones:
· sobre un piso duro.
· el observador debe situarse desde distintas posiciones (adelante, atrás y ambos costados).
· El peso debe estar repartido uniformemente
· desde la proximidad
· desde cierta distancia.
· con el animal estático
· con el animal en movimiento.

Aplomos normales del miembro anterior
Estos miembros soportan el 60 al 65% del peso del animal, por lo tanto están usualmente más expuestos a padecer lesiones y traumas que los posteriores. Además los miembros anteriores se unen a la caja torácica mediante la ayuda de músculos, ligamentos y tendones, y están sujetos a diferentes alteraciones de los mismos. En cambio los miembros posteriores presentan una unión con la cadera o pelvis mediante la articulación coxofemoral.
Una correcta observación debe hacerse con el animal en estación y en forma equilibrada, es decir debemos lograr que el peso se encuentre repartido uniformemente en los 4 miembros. Para determinar los aplomos de los miembros anteriores el operador deberá observarlo desde el frente y perfil del animal, y se utilizan una serie de líneas imaginarias que son trazadas de la siguiente manera:



Desde el frente: la línea imaginaria parte desde la articulación escápulohumeral o también llamada del encuentro descendiendo por el carpo, metacarpo, nudos y el casco llegando hasta el suelo y durante su descenso debe dividir al miembro en dos partes iguales.






Desde perfil: la línea imaginaria parte desde la espina de la escápula en su parte media, desciende dividiendo al miembro en dos partes iguales hasta el nudo, y toca el suelo por detrás de los talones. Cuando observamos al animal desde perfil, evaluamos también que el hombro y la línea de la paleta deben tener una buena inclinación y un buen ángulo para desarrollar una actividad física.



Aplomos normales del miembro posterior





Vistos el caballo desde atrás y con ambos cascos en la misma línea, se traza una línea imaginaria que parte en forma perpendicular hasta el suelo, y lo hace desde ambas tuberosidades isquiáticas. Durante todo su descenso debe dividir a los miembros posteriores en dos partes iguales.








Vistos de perfil: se traza una línea imaginaria, perpendicular al suelo que parte de la tuberosidad isquiática, la cual deberá tocar la punta del tarso o garrón, continuar por la cara posterior de la caña o metatarso y llegar al suelo a una distancia aproximada de 7 ó 10 centímetros por detrás de los talones.



En la determinación de los aplomos, tanto del miembro anterior como el posterior, podemos encontrarnos con desviaciones conocidas como aplomos anormales y muchas de las enfermedades de las estructuras que componen el aparato osteomuscular están relacionadas con su presencia y con un caballo que no está plenamente capacitado para realizar un determinado esfuerzo.


En proxima publicacion se trataran los aplomos anormales.



por Dr. Jorge Genoud
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